martes, 10 de enero de 2012

"Dios tenía miedo", de Vanessa Núñez Handal

Esta novela, publicada recientemente por la escritora salvadoreña Vanessa Núñez Handal, que ya antes nos había dejado impactados con su primer trabajo publicado Los locos mueren de viejos, reune la historia de Natalia, una mujer con su vida ya realizada pero que carga con el fantasma de la Guerra Civil salvadoreña en la memoria, y la culpa en el corazón, por haber pasado como volando todos esos años, "mientras otros peleaban allá en las montañas".

Ella relata sus recuerdos, desde el lente que podía hacerlo porque fue suyo: Su lugar de niña y adolescente clasemediera, desde donde describe el conflicto, con todo su horror, y reflexiona sobre este. Tras tirar la cortina de humo que sus padres se esforzaron por poner delante de sus ojos para que nunca viera la realidad que estaba tras las ventanas de su casa que "se convirtío en una fortaleza", Natalia decide investigar sobre aquellos años de miedo, donde hasta su Dios, que es uno reservado, con temblor en las piernas, se volvió cobarde. Es a través de consultas a los archivos de la UCA, donde encuentra periódicos de la época, que desenvuelve secretos directamente relacionados con la desaparición de su primo Edgardo, y desentraña la verdad del conflicto que tantas noches le ha robado el sueño, y que la persigue conviritendose en una pesadilla aun cuando ella está despierta, afectando incluso su vida familiar.

En la novela, que me parece muy bien documentada y, por demás, bien lograda, se alternan entrevistas de Natalia a conocidos suyos, conferencias, fragmentos de periódicos, rótulos, gente anónima que cuenta su historia, la que nunca pudieron sacar del pecho por temor. La novela se convierte en un collage que, a ratos, recuerda a La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes.

Esta es la segunda novela que Vanessa Núñez Handal publica, con el sello F&G EDITORES, y que la coloca ya en un buen lugar dentro de las letras salvadoreñas, y , claro, centroamericanas.

Usted puede leer las primeras páginas de esta novela siguiendo este enlace:

http://www.fygeditores.com/imagenes/Diosteniamiedo/Diosteniamiedo(1)(2).pdf


Enhorabuena, pues, por Vanessa y su increible novela, y también, por la literatura salvadoreña, que consigue, con ella, a una escritora que también hace historia.

miércoles, 20 de julio de 2011

jueves, 10 de marzo de 2011

"Las feas palabras de Charlie Sheen"


Ya varios sabemos de las declaraciones que hizo Charlie Sheen, en contra de su ex-esposa, no de El Salvador, a este nuestro país solo lo utilizó como una ofensa, así como dijo que preferiría vivir en el "maldito" El Salvador que enfrentarse a Brooke Mueller en los tribunales, pudo haber mencionado otro país, tal vez él solamente buscaba un lugar para irse y evitar a su ex-esposa, o anunciar que aun tiene fe en la economía salvadoreña, pensando que le comprarán zapatos. Que venga, a fin de cuentas, no tenemos dinero.


Pero, ¿Por qué darle importancia a estas palabras? No nos harán explotar ni nos quitarán el diario alimento. No creo justo dedicarse a luchar en contra de alguien que a lo mejor ni sabe nada de El Salvador, en lugar de luchar en contra de los problemas internos que ya de sobra todos conocemos. No debemos distraernos. ¿Qué debemos hacer? En mi opinión, restarle importancia a las feas palabras de alguien que, posiblemente, no sabe cómo decir una ofensa de buena manera.


Ahora bien, de las manifestaciones que se han dado de parte de salvadoreños, hay algo muy importante que cuestionar:


No le demostremos a Charlie Sheen que tiene razón, y que no somos más que una bola de mal educados, que reaccionamos ofendiendo en lugar de actuando todo el tiempo. Enseñémosle lo valioso que es El Salvador, que las personas son más que individuos vulgares que hacen de esto una pocilga, que somos gente cálida, que estamos preparados para recibirlo y hacerle cambiar de país en sus maldiciones. Menciono esto porque me encuentro en páginas como elsalvador.com, con algunos comentarios que usuarios de Twitter han hecho, donde expresan, con muy mala educación, su disgusto.


Aquí algunos:






"Venite, aquí te esperamos Los mareros... jeje"


"Qe ofensivo... pero que se puede esperar de una persona drogadicta con justa
razón la Warner Bros lo despidió".


entre otros...


Primero: ¿Adónde estáel espíritu salvadoreño? Yo en frases como estas no lo
encuentro. Demostrémole al hombre que no somos resentidos, que lo que diga
nos
da igual, porque sabemos lo GRANDE que es nuestro país. Pero, ¿Quién no
pensará que un lugar es maldito si alguien le ofrece recibirlo con las
pandillas al frente? Seamos educados al exigir, y no esperemos una disculpa
porque no la obtendrémos.


Ahora bien, encontré en un blog llamado Sociedad Cívil(sociedadcivilsv.blogspot.com), un artículo titulado "Thanks Charlie", donde se
le agradece al ex-actor de "Two and a half men", por su opinión que "ilustra a la perfección", la realidad salvadoreña. Veamos, primero, puede ser
acertada, pero estúpida la opinión, el autor habla de gente que quiere ver
crecer a El Salvador, pero se expresa acerca de las mujeres como "un grano
en el culo". ¿Qué persona que prentende hacer grande a un país se expresa
así? Una mujer lo parió, y quien pare, raramente es mala, a una mujer se
ama, es tonto llamarlas como estorbo. Y el tono no baja, sino aumenta, en el
transcurso del artículo, donde habla de los salvadoreños,como personas sin
"huevos" (forma de llamar a los testículos en El Salvador), y así, durante
las letras van aumentando. Nos jodió más este que Charlie.


Escribir mensajes con insultos no callará a nadie. Actuar
sí.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Cuentos Sucios, de Jacinta Escudos.


Cuentos Sucios, de Jacinta Escudos (San Salvador, 1961), es una demostración de la nueva narrativa salvadoreña por excelencia. La recopilación, que incluye ocho cuentos totalmente extraordinarios, muestra temáticas totalmente distintas en cada cuento, pero resalta la incapacidad del ser humano para resolver conflictos, o bien, para enamorarse, entre otros.


En lo personal, hubieron tres cuentos que se convirtieron en mis favoritos:


* "Sin remitente"


* "¿Y ese pequeño rasguño en tu mejilla?"


y


* "Costumbres pre-matrimoniales".


En el primero, Pina, se enfrenta a una serie de anónimos con propuestas sexuales en la puerta de su casa. Y así las cosas. Pina se acostumbra tanto que se siente desesperada al no recibirlos. Luego de la cita preparada con "el autor" de los papeles, Pina cumple sus fantasías. Pero ella no sabe, que con el hombre que ha estado es sólo un actor contratado por la verdadera autora, una lesbiana amiga suya.


En "¿Y ese pequeño rasguñon en tu mejilla?", La narradora da fe de la traición que ha sufrido de parte de su madre, que le ha abandonado de pequeños a sue hermano y a ella, dejando a su padre esperanzado por el día del regreso, y, al volver, la mujer no hace otra cosa que robarle a Santiago, su novio. Enfurecida, la hija cobrará venganza, de una forma inusual. Un cuento inolvidable.


El tercero de mis favoritos, "Costumbres pre-matrimoniales", aborda a Claudio y su amante, en la clásica presentación de la novia a ojos de los padres del novio. Resulta que es una vieja la madre de Claudio y que, después de una noche aburrida, les pide la lleven a su cama para poder dormir. Entre otras cosas, Claudio le pide a su amante que hagan el amor en la misma cama que está dormida su madre, a su lado. Aunque se niega al principio, la amante se encuentra después gimiendo al lado de la vieja, que ni se inmuta ante los ruidos. A la mañana siguiente, la madre amanece fresca y rejuvenecida, alegando que "Claudio siempre trae a sus novias a comer y luego dormimos los 3 sobre la cama. Y yo los escucho mientras hacen el amor. Así me siento revivir, me hace recordar buenos y lejanos tiempos. O dígame, ¿acaso no me miro rejuvenecida esta mañana?" (pag. 31)


Cuentos Sucios es un libro digno de leer varias veces, carácterístico de los textos de esta autora salvadoreña.



EDITORIAL: Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI), 1997.


La paráfrasis:





"Mamá estropajo.
mamá trapo blanco donde afilo mis uñas
¿reminiscencias de mi infancia? ninguna
la memoria en blanco, y está bien que así sea
ejecuto el movimiento de las manos masajeando el
músculo del seno, preparando el ordeño
no recuerdo a mamá sacando el seno de su blusa para ofrecérmelo
¿yo bebí esa leche?

reconozco, sí, el coincidente reflejo del hombre adulto buscando ansioso el
pecho de la amante, succionando, mirando hacia arriba, al rostro de la mujer,
encontrando su mirada.
versión sexo-doméstica de La Piedad
convertirse de nuevo en hijo
qué joda
qué bueno no recordarte mamá
y afilar mis uñas en las sábanas
practicar
pinchar almohadones y descubrir plumas voladoras
me han pasado tantas cosas, que si ahora salieran pájaros volando del
almohadón,
no me sorprendería
imagina que en tu almohada habitasen pájaros

mamá portate bien
mamá aprende la lección
mamá te lo voy a explicar una última vez"




De "¿Y ese pequeño rasguño en tu mejilla? ".