sábado, 6 de noviembre de 2010

Cuentos Sucios, de Jacinta Escudos.


Cuentos Sucios, de Jacinta Escudos (San Salvador, 1961), es una demostración de la nueva narrativa salvadoreña por excelencia. La recopilación, que incluye ocho cuentos totalmente extraordinarios, muestra temáticas totalmente distintas en cada cuento, pero resalta la incapacidad del ser humano para resolver conflictos, o bien, para enamorarse, entre otros.


En lo personal, hubieron tres cuentos que se convirtieron en mis favoritos:


* "Sin remitente"


* "¿Y ese pequeño rasguño en tu mejilla?"


y


* "Costumbres pre-matrimoniales".


En el primero, Pina, se enfrenta a una serie de anónimos con propuestas sexuales en la puerta de su casa. Y así las cosas. Pina se acostumbra tanto que se siente desesperada al no recibirlos. Luego de la cita preparada con "el autor" de los papeles, Pina cumple sus fantasías. Pero ella no sabe, que con el hombre que ha estado es sólo un actor contratado por la verdadera autora, una lesbiana amiga suya.


En "¿Y ese pequeño rasguñon en tu mejilla?", La narradora da fe de la traición que ha sufrido de parte de su madre, que le ha abandonado de pequeños a sue hermano y a ella, dejando a su padre esperanzado por el día del regreso, y, al volver, la mujer no hace otra cosa que robarle a Santiago, su novio. Enfurecida, la hija cobrará venganza, de una forma inusual. Un cuento inolvidable.


El tercero de mis favoritos, "Costumbres pre-matrimoniales", aborda a Claudio y su amante, en la clásica presentación de la novia a ojos de los padres del novio. Resulta que es una vieja la madre de Claudio y que, después de una noche aburrida, les pide la lleven a su cama para poder dormir. Entre otras cosas, Claudio le pide a su amante que hagan el amor en la misma cama que está dormida su madre, a su lado. Aunque se niega al principio, la amante se encuentra después gimiendo al lado de la vieja, que ni se inmuta ante los ruidos. A la mañana siguiente, la madre amanece fresca y rejuvenecida, alegando que "Claudio siempre trae a sus novias a comer y luego dormimos los 3 sobre la cama. Y yo los escucho mientras hacen el amor. Así me siento revivir, me hace recordar buenos y lejanos tiempos. O dígame, ¿acaso no me miro rejuvenecida esta mañana?" (pag. 31)


Cuentos Sucios es un libro digno de leer varias veces, carácterístico de los textos de esta autora salvadoreña.



EDITORIAL: Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI), 1997.


La paráfrasis:





"Mamá estropajo.
mamá trapo blanco donde afilo mis uñas
¿reminiscencias de mi infancia? ninguna
la memoria en blanco, y está bien que así sea
ejecuto el movimiento de las manos masajeando el
músculo del seno, preparando el ordeño
no recuerdo a mamá sacando el seno de su blusa para ofrecérmelo
¿yo bebí esa leche?

reconozco, sí, el coincidente reflejo del hombre adulto buscando ansioso el
pecho de la amante, succionando, mirando hacia arriba, al rostro de la mujer,
encontrando su mirada.
versión sexo-doméstica de La Piedad
convertirse de nuevo en hijo
qué joda
qué bueno no recordarte mamá
y afilar mis uñas en las sábanas
practicar
pinchar almohadones y descubrir plumas voladoras
me han pasado tantas cosas, que si ahora salieran pájaros volando del
almohadón,
no me sorprendería
imagina que en tu almohada habitasen pájaros

mamá portate bien
mamá aprende la lección
mamá te lo voy a explicar una última vez"




De "¿Y ese pequeño rasguño en tu mejilla? ".

sábado, 30 de octubre de 2010

Disparo en la Catedral, de Mario Bencastro


Inicia mejor de lo que finaliza. La novela ofrece un nuevo recorrido de los muchos que ya antes hemos visto-creados en su mayoría por autores salvadoreños-, de la guerra civil de El Salvador, pero esta vez, con un tema específico: la muerte de Monseño Romero.


Rogelio pasa de ser un pobre buscador de empleo a ser un buen empleado del periódico local "La Tribuna", desde su perspectiva narra los acontecimientos que ocurren consecuencia de los enfrentamientos entre Guerrilla y Guardia Nacional, se enamora de Lourdes, una joven practicante de la poesía. Disparo en la Catedral es una buena novela, no excelentet, pero sí buena.


Mario Bencastro, nativo de Ahuachapán, El Salvador, logra con esta novela, colocarse en un puesto considerable entre los narradores de El Salvador.


Me parece que la edición que leí ( de Arte Público Press), tiene varios errores ortográficos, aquí un ejemplo:


"También a llegado a mi testimonio de solidaridad" (pag 109).


Título: Disparo en la Catedral.


Autor: Mario Bencastro.


Editorial: Arte Público Prress, University of Houston, Houston, Tx.


Año: 1997.


La Paráfrasis:


"Despierto.

De un salto dejo la cama y me palpo el cuerpo ansiosamente para asegurarme de que estoy vivo, que estoy entero, que no sueño. En este tiempo sólo el hecho de amanecer vivo causa verdadera sorpresa. La muerte ya no sorprende a nadie.


Como ayer, también hoy debo convencerme de que, en realida, este es un nuevo día con grandes esperanzas de sobrevivencia, y dejar de lado la verguenza que siento cuando voy a la tienda de la esquina a pedir de fiado el periódico y el desayuno"

martes, 13 de abril de 2010

Lamento que no te guste, Katheryn...

De los escritores y otros demonios Por Luis Guillermo Ibáñez.
Sobre la novela Siglo de O(g)ro, de Manlio Argueta.

El crepúsculo me baña,
y llegó el esperado,
el que por tanto tiempo he buscado.

La Coyota Teodora corre por mis ojos.
Las carcajadas vuelan
y montan en el viento.

Y el “estás loco” de mi madre me cautiva.
Y la retina se te va a caer,
por hacerlo en lo oscuro.
Y los malditos políticos y sus campañas sucias.

El basilisco me persigue.

A lo lejos alguien llora:
los bosques.

A mi alrededor,
ahora,
el crepúsculo cae.

Alfonso Trece aun sigue relatándome sus historias.
Y que Dios bendiga a Manlio Argueta.

Mi poemita a favor del medio ambiente...

A mi pueblo le duelen los pulmones Por: Luis Guillermo Ibáñez

El pájaro no canta más,
está más tranquila ahora la tarde serena.
Serena, con la música del vecino a volumen alto,
qué ritmo más hijueputa este.

Y a mi pueblo le duelen los pulmones,
más de diez árboles he visto en este mes acerrados,
el respiro ahora es más grueso.

¡Canta entonces pajarillo,
canta y alegra esta tarde “serena”,
que ahora a nadie ya le importa,
que estemos respirando la pura mierda!

Y a mi pueblo le duelen los pulmones,
canta aunque seas cuervo feo,
cubre el compás de esta canción,
ah ritmo más hijueputa este,
¡Cúbrelo!
Cubre el compás de la motosierra.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Los héroes tienen sueño, de Rafael Menjivar Ochoa


De la portada lo más interesante es el título, (no del libro, sino de la pintura). Pero el título de la novela suena rescatable.

Si bien es un respiro refrescante a leer escritores de guerra en El Salvador, la novela parece más de un mexicano que de un salvadoreño (no niego que el autor sea nuestro hermano, como en blogs vecinos...)

A Rafael Menjivar le gustan mucho los periodistas, esoo lo deduzco de leer ésta y De vez en cuando la muerte-de la que hablaré luego-.

En un ritmo rápido, la novela nos relata el conflicto personal que sufre un agente de una célula secreta de policía. Que, decidido a retirarse y gastar sus ahorros-que son cuantiosos-, siente culpabilidad por dejar solo a El Coronel, causante de toda la acción de la novela. Cuando el viejo les solicita al agente-de quien jamás se sabe el nombre- y a sus compañeros, el Perro y el Ronco, que se deshagan de uno de sus compañeros, al que odia y que viaja siempre con, por lo menos, veinte guardaespaldas o agentes, éste se ve atolondrado por la culpabilidad y la desición de ayudar al viejo, que ya tienes planes para él. Sostiene una relaciíon con una prostituta llamada Inés y, llegado el gran día del asesinato... se llevará una gran sorpresa.

Editorial: Dirección de Publicaciones e impresos (DPI) 1998.

La paráfrasis

Me había llevado la Parabellum y la limpié por lo menos ocho veces. Inés veía las telenovelas y yo limpiaba la Parabellum. Como una familia común y corriente. Lástima que hubiera dejado a sus hijos: hubieran podido descuartizaqr un gato en el baño. O colgarse del cuello en el balcón.
Estar muerto, pensaba. Estar muerto no debe ser tan malo. Lo malo es estar muriendose.

-No dijiste en serio lo de casarnos-pregubntó Inés.
-No.
-Que bueno. Mis hijos son muy sensibles.

Descuartizar un gato en el baño. Cada quien tiene su idea de lo que es ser sensible. La mía es descuartizar un gato en el baño y después ponerse a llorar.



jueves, 25 de febrero de 2010

Anahí en Viña del Mar 2010


La vi y me reí.
El problema no es que Anahí haya sido ridícula en su presentación el pasado martes en el festival Viña del Mar 2010, el verdadero problema es que, en realidad, más que una buena cantante, es una buena actriz:
Detuvo a la banda durante una canción y dijo llorando "quiero que me regalen un instante de esto", y lloro ridiculamente. Pero no van sólo jovenes tontos a estos festivales.
Luego-como si no fuera poco- decepciona también al público adulto, presentando una aburrida versión de la canción "Él me mintió", original de Amanda Miguel, presentandose con un atuendo pobremente ilustrado: Un vestido de novia, y como si arruinar e imitar no fuera poco, aparece con unos cuchillos clavados en la espalda y las heridas sangrando, dejando demostrado que vio la presentación de Lady Gaga en los premios MTV VMA 2009.
Anahí: una fallido intento de espectáculo.

jueves, 18 de febrero de 2010

El lejano país de los estanques, de Lorenzo Silva


Cuando me regalaron éste libro, dudé si sería bueno o no, el nombre( de la novela) suena a escritor novel, pero también hay algo de interesante en él, ¿Por qué de los estanques? Algo al parecer nada relevante, pero llama la atención.

Lo leí en una semana. Tiene un principio interesante: dos agentes, que, con ayuda de la imaginación, aprecian con exitación a una mujer que ha aparecido muerta, desnuda y colgada de una viga al techo de una casa, se trata de Eva Heydrich. El sargento Bevilacqua es enviado para investigar, su compañera, aunque éste se muestra molesto por la asignación, es la agente Chamorro, una escultural mujer lesbiana.

Chamorro y Bevilacqua se introducen en un mundo de alcohol, discotecas, playas nudistas y complicidades alarmantes. "El lejano país de los estanques" es una novela bien elaborada, aunque esperaba un para de situaciones eróticas-porque la historia da lugar-, está llena de inesperados hallazgos. Éste es el primer caso del sargento Bevilacqua y la agente Chamorro, perteneciente a la serie compuesta por EL LEJANO PAÍS DE LOS ESTANQUES, EL ALQUIMISTA IMPACIENTE, LA NIEBLA Y LA DONCELLA, NADIE VALE MÁS QUE OTRO, y LA REINA SIN ESPEJOS.

Una novela recomendable.

Editorial: Ediciones Lumen.

La paráfrasis:

"


Perelló aspiró fuerte a través del pañuelo y sentenció:
-Vaya par de peras.
-Si usted lo dice, mi brigada -admitió Satrústegui, con disciplina, respirando cautelosamente a través de su pañuelo para que no lellegara demasiado el hedor.
(...)
-De todas maneras, Satrústegui, y volviendo al asunto. Ya soñaba yo encontrarme un cuerpazo así alguna vez. Treinta años de servicio. Si tarda un poco más me pilla jubilado.
-Strústegui meneó la cabeza.
-Está muerta, mi brigada. Y mire cómo la han dejado. Es una putada. No sé cómo tiene estómago para pensar en eso."

Lorenzo Silva/ El lejano país de los estanques

jueves, 11 de febrero de 2010

Todos contentos, jodidos los maestros

Carmela está desesperada. Una vieja loca le está reclamando porqué no han repartido los uniformes escolares que el gobierno de El Salvador(Unir, crecer, incluir)ha mandado confeccionar para que los alumnos de las escuelas públicas vayan iguales(excelente medida, por cierto). Carmela ya le explicó que aún no están listos, pero que ellos avisarán cuándo deben ir por ellos. Pero la vieja loca que le reclama no hace caso y la acusa de que ell@s (los mastros/as) se los roban. Carmela aún no se anima a mandarla a la mierda porque su madre le enseñó a ser cortéz.

Lo que la vieja loca que le reclama a Carmela no sabe, es que los maestros están llenando fichas para entregar utiles y uniformes, a la vez tienen que llevar responsabilidad con sus deberes como maestros, y El Gobierno de El Salvador(ahora no tiene ni en el logo el sentido humano), ni siquiera les ha ofrecido pagarles extra por llenar fichas y ayudar a los sastres y costureras a medir a tantos niños jodones para que puedan tener sus uniformes a tiempo. La vieja loca reclamadora aún está gritandole a Carmela que son unos ladrones, ella se levanta y le dice:

-¡Ala mierda, vieja puta!